sábado, 6 de diciembre de 2008

Grace es un espejismo.

Tenía los codos apoyados en la mesa mientras mi imaginación paseaba ante imágenes extrañas. Dormía como hacía años cuando a lo lejos me pareció escuchar unos pasos que se acercaban hasta que alguien o algo se apoyó suavemente en mi espalda para sacarme de allí:-Hubo un tiempo en el que olvidé tu voz, tu cuerpo, tu forma de moverte. La chica dejó de bailar y perpleja enmudeció. -Te había olvidado y vuelves en la forma con la que los sueños se esfuman. Ella se acercó y me extendió su mano. -¿Bailas? Preguntó.
Antes de que pudiera contestar, apareció ante mí una de esas mañanas dulces que dejan entrar los rayos de luz por la ventana para que el calor baje envolviéndote hasta la espalda. Entonces, y tras ver ese sol resplandeciente, pude entender que la sonrisa de Grace seguía proyectada en el horizonte.

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