miércoles, 28 de mayo de 2008
Francotiradores y artificieros
lunes, 26 de mayo de 2008
Los Signos de Sofía II
Creándole la angustia que sólo puede crear la distancia porque era en efecto, una distancia fundamentada en lo emocional y que devenía en una suerte de ansiedad aguda.
La tarde que él se quedó leyendo a Proust, casi hipnotizado por la sonoridad de unas palabras desprovistas de artificio, sintió al verla partir como si a la luna le hubiesen arrancado su contorno para recluirla entre las páginas de un libro. Sin poder ser expresada en la plenitud de un gozo físico. Como si se hubiese agrandado tanto hasta tal punto que, una vez contemplada, no evadiésemos mirarla exclamando: ¡Qué hermosa eres! ¡Y qué lejos estás de mí!
miércoles, 21 de mayo de 2008
"Metralla"
Con los ojos pegados y las ganas en la espalda recorro medio Madrid hasta llegar a la estación de autobuses.
Es un día grande a pesar de que el cielo se empeñe en decir lo contrario. Por suerte no vamos a rodar en exteriores. Yo nunca pensé que “por la suerte de tener un buen amigo” podría llegar a decir “me voy a rodar”.
Hemos vuelto a Salamanca para dejar las cosas en su sitio: Dos focos, una cámara mini dv, el director del corto y yo.
-¿Y cómo hacemos el travelling?
-Compramos unas pizzas y de la que pago pedimos el carrito del super. Eso nos servirá. Dice Adrián muy seguro.
Cuatro horas más tarde “Metralla” va tomando forma: Una historia de cine negro macarra, llena de traiciones y de personajes límite.
Y nosotros lo hemos pasado en grande. El viernes prometo contaros más.
Sólo una cosa:
No intenten hacer un travelling con una maleta de viaje.
lunes, 19 de mayo de 2008
Me he enamorado de ti
PD: Tarde o temprano tenía que descubrir ha esta mujer y a su poesía. Me he enamorado de ella...
viernes, 16 de mayo de 2008
Los signos de Sofía
Recorrió con sus dedos los labios de Sofía en un soportal, bajo la lluvia fina. En la oscuridad recortada parcialmente por la luz difusa de una farola testigo solitario de las lágrimas de los amantes. - Si no te hubiese conocido nunca estos labios no serían de otra persona, no serían de nadie…. Dijo mientras la besaba cuidadosamente, con miedo a ser rechazado. Acercó su boca para sentir la respiración temblorosa de la joven; su aliento adolescente, cálido y sensual. Apreció como el tacto de su novia se agitaba cuando advirtió que el futuro de ambos iría por caminos distintos. - Me encanta tu sonrisa. Hasta durmiendo sonríes.
Samuel echó un vistazo rápido al gesto de Sofía, pues dos personas que terminan con una relación larga procuran hacerlo sosteniendo su mirada lo menos posible porque saben demasiado el uno del otro. Y volcó sobre su cuello todas lágrimas que reunió, las expulsó con rabia. Densas, muy densas... Se secaban poco a poco mientras avanzaban por la camisa de la chica. El temblor de su boca le hacía pronunciar palabras que nadie conocía; palabras oscuras y crípticas: Su habla era como la de un tartamudo y sus músculos en tensión le producían espasmos ligeros. La cara llena de miedo reflejaba que no era ni mucho menos inmune al dolor como había hecho creer a Sofía. -Recuerdo que te abracé en una pared blanca, debajo de otro soportal, parecido a este… Con más fuerza que hoy. Y que la luna era azul, era una luna preciosa. No se ha vuelto a poner una luna así.
Al despedirse acordando un final templado. Pero pronto llegarán las dudas. Sofía no contesta con tanta frecuencia a las cartas de Samuel, y éstas cada vez son más intermitentes.
lunes, 12 de mayo de 2008
Elipsis
He vuelto a mirar el cielo, bien acompañado y con mucha nostalgia por todo lo que nunca he tenido claro (¿Quién dijo que nostalgia significa añorar lo que sueñas?) No he podido contárselo a 'V'. - Hoy no.
-Pues no me lo digas tío, ¿Si no puedes para que hablas?
Corto la conversación, cambiando de tema para evitar la incomodidad de tener que afrontar los problemas. -Soy demasiado cobarde. Mi amigo no me ha oído porque estaba contemplando el amanecer.
Entonces le pido otro pitillo, me lo voy a fumar en casa tranquilo, mientras leo el número de este mes de Cahiers. 'V' se pone serio, se ha dado cuenta de que me siento un poco triste; de que a veces resulta mejor callarse y no hablar. -Prefiero llegar a casa y escribir. -Definitivamente soy muy cobarde. Pero esto no lo comparto con los comulgantes allí presentes.
Se acerca con algo de guasa: -En tu estado vas a digerir mejor la revista. Estoy convencido de que se ríe de mí porque la revista defiende el cine d' auteur. Y la quiosquera me cobra cinco euros en vez de cuatro. Y ' V' vuelve a soltar una carcajada mientras me corrige mi francés. -Lo pone aquí arriba. Señalando la cabecera. -Son cinco euros.
- ¿Habrá subido el precio? - No estoy seguro. - Últimamente no estoy seguro de nada. 'V' mira con cara de circunstancia.
Desconecto del mundo un minuto:
-Debería llamar a dos personas a las que quiero mucho: Una está en Túnez y se acuerda de mí con bastante frecuencia. A la otra le dije “me paso por aquí luego, cuando termine con la mudanza”; y a mi vuelta me dejó por escrito una despedida. Es tan cobarde como yo, por eso nos entendíamos tan bien. No contesté nunca la nota.
*
Pausa.
*
- ¿Y qué hago con esa historia de vampiros sin colmillos?
Mi pequeño monólogo se ve interrumpido por tres chicas que vienen con nosotros cantando una canción cuyo estribillo dice lo mismo que un personaje que inventé para el relato “La noche antes”. A mí me da la risa. 'V' se deprime: - Menuda vuelta a casa, invita al suicidio.
- Pues yo creo que ni suicidándome me quito esta mierda; respondo muy sentido.
En la portada de la Cahiers hay otro cielo y tres reyes magos. -Este cielo si que es poético, como todos los que ha filmado Albert Serra. Saca otro cigarrillo para que me lo fume leyendo el editorial. -¿Sabes que busca al cuarto mago? Yo no sé ni que busco. Igual que me partan la boca.
Vuelvo a desconcertar a 'V' que sube los hombros y abre la puerta de casa.
Son casi las ocho de la mañana, va a llover. Estoy borracho, con una revista en la mano y sosteniendo en la otra un cigarro. Y de sobra sé que al cruzar la puerta me voy a sentar a escribir arrepintiéndome de todo lo que no me atrevo a decir (...)
martes, 6 de mayo de 2008
Lo que el cine me ha dado
lunes, 5 de mayo de 2008
Sé amable
domingo, 4 de mayo de 2008
León
- León es el recuerdo permanente de mi abuelo. León es mi abuela despertándome por la mañana con una sonrisa. León es todas las veces que pienso en ellos.
- León es mi madre llevándome en su viejo coche a la Escuela de Arte por la mañana.
- León es no atreverse a besar a Clara y llamar a David llorando una noche de julio.
- León es una biblioteca en donde quedar con Amanda y María para estudiar química.
- León es tropezarse esa misma tarde con los labios de Amanda y decirle que no soportaría estar separado de ella.
- León es el verano que estuve en Escocia, es volver a León y encontrarse a Carlos y Héctor.
- León es la vez que Alicia vino un fin de semana y me abrazó en plena calle.
- León es tener dieciséis años y esperar sentado en la estación de autobuses a que venga Amado con su camiseta del Real Oviedo y la melena rapada al dos.
- León es una nochevieja en casa de Amanda. Es Héctor rompiendo un reloj y David tirando un armario.
- León es Carlos afónico hablando sobre la simetría kubrickiana. León son las noches en las que los dos discutimos sobre nuestro futuro.
- León es un bello encuadre en contrapicado de un amanecer con los edificios y el cielo cubierto de nubes. León es que se haga de día y entre la luz por el Korova.
- León es un colegio y un profesor al que quiero mucho aunque no le haya vuelto a ver.
- León es una escuela destartalada y una clase de dibujo vacía que me provocan mucha nostalgia.
- León es todo lo que merece la pena recordar.
viernes, 2 de mayo de 2008
Henrik Ibsen
Pues sencillamente porque me permite tener tiempo para mí: Para pensar, escribir, imaginar que ruedo un corto al que ya le estoy poniendo las caras de gente cercana (a algunos de esos personajes los quiero mucho porque son mi familia y mis amigos)
Alguien me dijo la otra noche Tienes que hacer cine para los demás, y en eso estamos.
En dedicárselo a los que más aprecio y me ayudan en mis peores momentos.
Pero como la vida es una aventura, al decir de Pedro Costa gritemos todos: ¡Juventud en marcha! (hasta los 35 al menos)
Cambiando de tema que es por lo que actualizo. Decía que gracias a Dios (Wes Anderson), tengo mucho tiempo para leer, ver cine; etc. Y aquí es donde entra el teatro. ¿Qué cosa más rara?. Con 24 años y casi no había leído obras dramáticas...Sí, soy un poco bestia.
Es curioso pero me he dado cuenta ahora, mejor tarde que nunca; estoy poniendo todo el remedio que puedo. No me voy a engañar: Amo demasiado el cine como para no dedicarle mi vida por completo. Y esto me recuerda que os tengo que hablar en otro post de Samuel Fuller y Nicholas Ray, dos directores que son una genialidad.
A lo que iba. Es de vergüenza que Ibsen no haya entrado en mi vida antes. ¿Por qué he tardado tanto en descubrir "Casa de Muñecas"?
Ya lo he dicho, soy muy bestia. Pero le he robado a alguien un dos por uno en el que también viene "Hedda Gabler"; y que leeré dentro de poco, cuando termine de ver todo lo de Fuller.
"Casa de muñecas" es una obra con una riqueza expresiva que se nos escapa de las manos, refleja los caracteres de una época con una profundidad enorme. Y su protagonista os aseguró que os va a enamorar. Es como todas las mujeres por las que merece la pena perder la cabeza. Una vez hice una lista y no incluí a Nora porque no la conocía. Pero es algo así como mi Valeria Bruni Tedeschi del teatro. Esto es, porque me la imagino a ella interpretando ese papel. Estoy enfermo.
Tampoco puedo ser muy extenso en mi recomendación. Pasaos por la biblioteca más cercana y solicitad un ejemplar o comprarlo (no lo fotocopies, hacedlo por Ibsen)
jueves, 1 de mayo de 2008
Las estrellas de un mirador
Madrid conserva una de esas caras que te permiten imaginar, releer todo lo que has escrito y no has querido cumplir, poniendo un final feliz. Madrid a veces te deja que te duermas en su cielo. Pero no lograrías quedarte toda la vida volando en él.
Madrid también es idealista como los sueños que más tarde provocan nostalgia. Y los protagonistas de sus historias son conscientes de ello.
Madrid un tarde permite que sus cuatro protagonistas puedan acariciarla. Son muy jóvenes y se han dado cuenta por primera vez de que existen.
Ingenuos, como la mejor parte de Madrid.
Sobre ellos habita el verdadero universo y lo que pisan representa una porción imperceptible. Corren deseando que ese rojo intenso lejano e inaccesible comos ciertas metas, les envuelva por enteros.
Ella baila, él mira. Él está sentado y ella ríe. Los cuatro danzan. Y Madrid no juzga nada.