
He vuelto a mirar el cielo, bien acompañado y con mucha nostalgia por todo lo que nunca he tenido claro (¿Quién dijo que nostalgia significa añorar lo que sueñas?) No he podido contárselo a 'V'. - Hoy no.
-Pues no me lo digas tío, ¿Si no puedes para que hablas?
Corto la conversación, cambiando de tema para evitar la incomodidad de tener que afrontar los problemas. -Soy demasiado cobarde. Mi amigo no me ha oído porque estaba contemplando el amanecer.
Entonces le pido otro pitillo, me lo voy a fumar en casa tranquilo, mientras leo el número de este mes de Cahiers. 'V' se pone serio, se ha dado cuenta de que me siento un poco triste; de que a veces resulta mejor callarse y no hablar. -Prefiero llegar a casa y escribir. -Definitivamente soy muy cobarde. Pero esto no lo comparto con los comulgantes allí presentes.
Se acerca con algo de guasa: -En tu estado vas a digerir mejor la revista. Estoy convencido de que se ríe de mí porque la revista defiende el cine d' auteur. Y la quiosquera me cobra cinco euros en vez de cuatro. Y ' V' vuelve a soltar una carcajada mientras me corrige mi francés. -Lo pone aquí arriba. Señalando la cabecera. -Son cinco euros.
- ¿Habrá subido el precio? - No estoy seguro. - Últimamente no estoy seguro de nada. 'V' mira con cara de circunstancia.
Desconecto del mundo un minuto:
-Debería llamar a dos personas a las que quiero mucho: Una está en Túnez y se acuerda de mí con bastante frecuencia. A la otra le dije “me paso por aquí luego, cuando termine con la mudanza”; y a mi vuelta me dejó por escrito una despedida. Es tan cobarde como yo, por eso nos entendíamos tan bien. No contesté nunca la nota.
*
Pausa.
*
- ¿Y qué hago con esa historia de vampiros sin colmillos?
Mi pequeño monólogo se ve interrumpido por tres chicas que vienen con nosotros cantando una canción cuyo estribillo dice lo mismo que un personaje que inventé para el relato “La noche antes”. A mí me da la risa. 'V' se deprime: - Menuda vuelta a casa, invita al suicidio.
- Pues yo creo que ni suicidándome me quito esta mierda; respondo muy sentido.
En la portada de la Cahiers hay otro cielo y tres reyes magos. -Este cielo si que es poético, como todos los que ha filmado Albert Serra. Saca otro cigarrillo para que me lo fume leyendo el editorial. -¿Sabes que busca al cuarto mago? Yo no sé ni que busco. Igual que me partan la boca.
Vuelvo a desconcertar a 'V' que sube los hombros y abre la puerta de casa.
Son casi las ocho de la mañana, va a llover. Estoy borracho, con una revista en la mano y sosteniendo en la otra un cigarro. Y de sobra sé que al cruzar la puerta me voy a sentar a escribir arrepintiéndome de todo lo que no me atrevo a decir (...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario