domingo, 8 de junio de 2008

Hatari!

- ¿Está usted un poco borracho?
- No señora. Estoy muy borracho….


Si me siento solo o estoy deprimido. Si me tengo que ir a una ciudad desconocida o tengo que pasar uno días fuera de mi gente. Si se dan estas circunstancias seguro que me llevo Hatari! conmigo. Godard dijo en una ocasión que al cine se le permiten adjetivos que el resto de las artes no podrían compartir. Pues bien, ésta “hermosa película” de aventuras, posiblemente “la más hermosa” de todas las que he visto, puede que no sea la mejor de Hawks. Sin embargo en ella gravitan los elementos que hacen fascinante al genio: la camaradería, la amistad, el amor (esa pelirroja que me vuelve loco cada vez que la veo). En definitiva, citando a Godard: ¡Esto es cine amigos!

Y sin dudarlo, os digo que lo que más aprecio de él es lo relativo a la planificación. En Hawks un travelling lateral (por ejemplo) está ahí porque es estrictamente necesario. Hatari! está plagada de reencuadres que me vuelven loco, me paro a contemplarlos diciéndome: -Si es que no hay más, es una panorámica de seguimiento. Pero lo grande está en comprobar como no habría otra manera de hacer aquello, o en otras palabras, ¡es que sólo hay una forma válida y él siempre acierta! (Hitchcock también). Un cierto cine francés, del que me siento admirador nos muestra a menudo multitud de travellings laterales : -Observen, esto es un travelling lateral y la magia del cine reside en ello, en ese intervalo de imagen movimiento del que tú como espectador participas (Audie Philippine). No nos engañemos: lo hacen remitiendo a maestros como Hawks, para que recordemos que hubo un tiempo en que se hacían las cosas de una manera, y que como suele ocurrir también en la vida, puede que no se vuelvan a repetir.

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