Hay días en los que preferiría no haber escrito ni una línea. Hoy me he puesto nostálgico -como la mayoría de las veces que escribo sobre lo que me arrepiento-, y al pararme a pensar no sé por qué he recordado dos canciones de mi adolescencia.
El “dance” está muerto. Y aquellas canciones tenían algo que desgradiadamente "yo" no encuentro si me doy una vuelta por cualquier bar sea de la ciudad que sea.
Buenas noches y que tengan dulces sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario