lunes, 10 de agosto de 2009

Fenomenología de Coppola

Ya no me queda ninguna duda, ha rejuvenecido. Tiene la intuición de un niño en la mirada de un hombre. Es Coppola: el filósofo, el humanista. El artista de nuestro siglo.
El que como Ford evoca poesía sin estridencias. Las imágenes de Coppola son exactamente eso: imágenes. -No es lo mismo una imagen justa, que justamente una imagen, dice el axioma godardiano...
Ayer "justamente" tuve el placer de ver "Tetro", con algo de nostalgia por asistir a un cine medio vacío de un Madrid que no parece añorar al hombre que una vez filmó "Malas calles" o "La conversación".
"Tetro" es como volver a los orígenes de un cineasta que vive entre el viejo fotoquímico y el nuevo sueño digital: entre Welles y Corman (su mentor) entre "Las zapatillas rojas", y aquellos super 8 tan puros y cinéticos. El filme es apabullante y me rindo ante la belleza de sus encuadres: enérgicos, entregados y desnudos por la inmediatez que ofrece el HD: atentos a las secuencias que se refieren a la recreación de la familia, constituyen la única parte del filme en color y con cámara en mano. Consiguiendo así que formemos parte del drama familiar.
Presten atención a la interpretación de Klaus Maria Brandauer bajo la brisa de la playa mientras le niega a su único hijo su vocación. Su única vida.
Cuando lo niega parece decírnoslo a nosotros.
Y Vicent Gallo... En su rostro habitan todos los rostros del cine, y sus manos, ásperas como las de un pintor que se pasa las horas frente a un lienzo en blanco esperando encontrar la verdad, son ejecutoras de libertad. Navegan contra el tiempo con la misma precisión que tiene el artista de escribir con su cámara como el novelista con sus pluma. Así es Tetro.
"Tetro "es Coppola y Coppola ha dejado de serlo para recordar quien fue.
Podría haber rodado otra cosa ¡Es Coppola puede hacer lo que quiera y cuando quiera!...Sin embargo, opta por adentrarse en si mísmo, exponiéndose una vez más sin pudor. Y eso le hace tener la intución de un niño en la mirada de un hombre.
Por eso su cine está hecho con sinceridad, con pasión y vehemencia. Y "Tetro" será recordada por lo que es: una pequeña película que supone el nuevo triunfo de uno de los mayores titanes de la historia del cine.

1 comentario:

hao-hao dijo...

y si ademas de ver Tetro te encuentras dos veces con Eduardo Noriega, la noche ya es de traca!
Tenía que decirlo...
Me gusta tu critica, pero más me gusta Noriega!
me aburro...